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domingo, 22 de marzo de 2015

cuentos para reflexionar


Cuentos para reflexionar
Les traigo unos pocos cuntos con Reflexion y filosofia
Cuentos para reflexionar


Cuento Sufí â?? La Conferencia Imposible

Nasrudin, sabio maestro sufí, llegó un día a una aldea en la que antes nunca había estado.


cuentos
La gente lo esperaba con gran entusiasmo porque era famoso; y cuando supo que estaba dispuesto a dar una conferencia, una gran multitud se congregó en el lugar del evento.
Cuando ingresó al recinto, se paró frente al público y abriendo los brazos les dijo:
- Ya que se han reunido tantas personas para escucharme, supongo que sabrán qué es lo que voy a decirles.
Todos contestaron a coro:
- No, maestro, no lo sabemos
Entonces él les respondió:
- Si no saben qué es lo que vine a decirles es que no están preparados para escucharlo. Diciendo esto, dio media vuelta y se fue dejando a la gente muy sorprendida.
Su ayudante, antes de retirarse, le dijo a la audiencia que esa había sido una gran oportunidad para que todos pudieran aprender una excelente lección, y los invitó a solicitarle al sabio que diera una segunda conferencia.
Fue así que una gran cantidad de gente se organizó para ir a buscarlo y pedirle una nueva presentación.
El maestro les dijo que todo su saber se podía reunir en un grano de arroz y que una segunda conferencia era inútil, pero esas personas estaban muy decididas a escucharlo e insistieron hasta convencerlo.
El peculiar comportamiento del sabio en la primera conferencia hizo que en esa segunda oportunidad se congregara aún una multitud mucho mayor, pero antes acordaron preparar una mejor respuesta si se producía otra eventual sorpresa.
Comenzó Nasrudin su segunda disertación con estas palabras:
- Supongo que tanta gente se ha reunido sabiendo lo que voy a decirles.
Entonces, todos contestaron a coro y a viva voz:
- Si maestro, lo sabemos, por eso vinimos.
Al oír esto, el sabio contestó:
- Bueno, si ya lo saben no veo el motivo que existe para volver a decirlo.
Y sin decir una palabra más, se volvió a retirar.
Nuevamente los asistentes sintieron gran perplejidad y estupor ante sus breves palabras, pero admirados por su gran sabiduría volvieron a solicitarle una tercera y última conferencia.
Otra vez un gran número de personas fue a rogarle para que les hablara al día siguiente; y frente a tanta insistencia no pudo negarse y aceptó de inmediato.
Por tercera vez el maestro estaba frente al público, que parecía haber crecido considerablemente. Sin perturbarse en lo más mínimo comenzó la tercera y última conferencia con las mismas palabras que en las anteriores.
- Supongo que todos ustedes ya sabrán lo que voy a decirles.
Los asistentes, previendo escuchar la acostumbrada introducción y habiendo planeado contestarle algo más ingenioso, dijeron a coro:
- Algunos sabemos pero otros no.
Luego de un largo silencio, se escuchó su voz diciendo:
- Bueno, si ese es el caso, los que saben instruyan a los que no saben.
Con estas palabras dio por terminada su tercera conferencia, dio media vuelta y se alejó.
Este cuento sufí, pone en evidencia la tendencia que tiene la gente en interesarse por lo consagrado según la imagen que ha creado el público, aún cuando las circunstancias demuestren que no está a la altura de esas expectativas.
A la vez expone la lamentable alquimia que se produce cada vez que se le ofrece oro a la multitud: éste se convierte en barro.


historias


Cuento Sufí â?? El Ã?ngel de la Muerte

Esta narración comienza en una taberna de Bagdad, donde un discípulo de un maestro sufí se encuentra con el ángel de la muerte, que estaba visitando a quienes tenía destinado llevarse con él.


reflexion


Temiendo ser uno de la lista, el joven decidió abandonar Bagdad e iniciar una larga travesía tratando de alejarse lo suficiente como para evitar encontrarse con él, antes de que venciera el plazo de su permanencia en la tierra.
Cabalgó muchas días, y al llegar a Samarkanda buscó una cueva para ocultarse y permanecer las tres semanas que necesitaba para eludir el fatal encuentro.
En su precario escondite se vio obligado a padecer frío, hambre y sed, avatares que soportó con estoicismo para lograr su objetivo de huir de la muerte.
Una vez pasadas dos semanas, decidió abandonar ese refugio para estar bien seguro de evitar el encuentro, y buscar otro en algún lugar aún más inaccesible que desalentara cualquier intento de persecución.
Durante tres largos días recorrió extensos valles, atravesó ríos e intrincadas selvas y escaló escarpadas montañas hasta que finalmente, en un lugar remoto, casi en la cima de una montaña y al borde de un precipicio, encontró una hendidura disimulada en la piedra que consideró el escondite ideal.
Se acomodó como pudo en el pequeño agujero, contento de haberle casi ganado la batalla al ángel de la muerte, cuando sólo faltaban escasas horas para que se cumpliera el plazo de su permanencia en la tierra.
Ningún ser humano había incursionado alguna vez por esos lugares tan inhóspitos, ni escalado hasta tan elevadas alturas, pero sentía que había valido la pena, porque estaba casi seguro de haber conseguido burlar al destino.
Cansado de su larga travesía y mientras aguardaba que pasaran los minutos, no pudo resistir el sueño y se quedó dormido profundamente.
Pero el peso de su cuerpo, casi al borde del precipicio, fue produciendo lentamente una profunda grieta en la húmeda tierra sobre la que reposaba y al poco tiempo, no pudo evitar desbarrancarse desde semejante altura hasta caer pesadamente al borde de un arroyo, mil metros más abajo, justo a los pies del ángel de la muerte que parecía haberlo estado esperando.
Habían sido inútiles todos sus esfuerzos y privaciones para eludir su destino, porque la muerte parecía haber contado con todos los recursos para hacer prevalecer sus deseos.
Este cuento sufí nos muestra la inutilidad de los esfuerzos para desviar el curso del destino, que si bien no está escrito, cada uno de nosotros lo va cumpliendo con aciertos y errores, con inteligencia e ignorancia, y con virtudes y debilidades; y que una vez que llega el desenlace final, ya no podrá ser admitida ninguna enmienda; y fatalmente, cualquier cosa que se haga para engañar al destino sólo servirá para provocar su cumplimiento.
Cada una de nuestras acciones que nosotros calificamos como buenas o malas produce inevitablemente una huella en nuestra existencia, una reacción de todas nuestras acciones, que resultan imposibles de borrar ni revertir; y que se sumará o restará al balance total y producirá un resultado final, que será nuestro destino fijado.
Porque somos nosotros los dueños de nuestro destino, que vamos eligiendo paso a paso, y sólo depende de nosotros el camino que seguimos.


filosofia

El Buscador de la Verdad

Una antigua historia de origen incierto, que algunos afirman fue extraída de la Gesta Romanorum, mientras que otros aseguran se trata de un cuento sufí que fue asimilado por el Corán con el título â??La cuevaâ??, nos habla de la tendencia del hombre a juzgar los hechos según los principios adquiridos de la moral común, que no siempre se pueden aplicar, sin excepción, a todas las experiencias


moraleja
En un país remoto, hace ya muchos años, un hombre muy ansioso, cansado de buscar la verdad por distintos medios decidió pedir la guía de un maestro que había alcanzado la iluminación.
Solicitó seguirlo a todos lados para observarlo y poder adquirir de su conducta el poder del conocimiento.
El maestro, le dijo que difícilmente le bastaría observar y que sería muy raro que pudiera contar con la suficiente paciencia para no hacer ninguna pregunta ni emitir ningún juicio previo sobre lo que tuviera oportunidad de ver, sin embargo accedió a su pedido después que el hombre prometió mantenerse en silencio sin cuestionar ni criticar nada.
El maestro y su discípulo partieron en una barca para atravesar un caudaloso río y poder continuar el viaje en la otra orilla.
Una vez cruzado el río y antes de abandonar el barco, el sabio hizo una perforación en el piso hasta lograr hundirlo.
Al ver esto, su acompañante, no pudo evitar señalarle a su maestro, que había destruido sin ninguna razón la embarcación que tan gentilmente le habían ofrecido.
Ã?ste le contestó que sabía que no podría contenerse para juzgar su conducta a la luz de sus propios prejuicios sin conocer los motivos ni los propósitos que él tenía, de modo que su alumno se disculpó y volvió a prometerle que en adelante cerraría la boca.
Finalmente llegaron a un palacio, donde el rey los colmó de honores y donde fueron invitados a participar de una cacería para acompañar al hijo del poderoso monarca.
En un momento en que el sabio se encontró a solas con el príncipe, se abalanzó contra él y le rompió un tobillo; huyendo posteriormente con su discípulo hacia la frontera para ponerse ambos a salvo.
Su alumno no pudo contenerse y reprochó al sabio su conducta hacia quienes lo habían colmado de atenciones.
Ã?ste, sin perturbarse, le dijo que estaba llevando a cabo su trabajo y que él en cambio, sin saber nada se empeñaba en seguir juzgándolo sin aprovechar la experiencia para aprender.
Volvió a pedir perdón el discípulo y ambos continuaron viaje.
Al poco tiempo llegaron a una ciudad en la que no consiguieron que nadie los ayudara ni les diera ni siquiera un trozo de pan, y donde la muchedumbre le lanzó los perros para que se fueran.
Una vez que se encontraron a salvo del inesperado ataque y habiendo llegado a las afueras de la ciudad, vieron a la vera del camino una pared derruida; entonces, sorpresivamente, el maestro le pidió a su acompañante que lo ayudara a repararla.
Una vez completamente restaurada, el alumno no pudo contenerse y comenzó con su repertorio de juicios, extrañado como siempre de la conducta del sabio que se empeñaba en devolver bien por mal y mal por bien.
Viendo que su discípulo era incapaz de no proferir juicios y de no hacer preguntas, el maestro decidió despedirlo, pero antes intentó explicarle su conducta.
El barco que había hundido no pudo ser utilizado por el tirano de esa comarca para invadir el territorio de sus vecinos, como era su intención; el joven a quien le torció el tobillo no era el hijo del rey sino un usurpador que había tomado su lugar con la intención de apoderarse del reino; y el muro restaurado ocultaba un tesoro que les legó el padre a dos huérfanos que vivían en esa inhóspita ciudad de donde fueron expulsados, quienes ahora tendrían la oportunidad de tomar el poder, reformar la ciudad y expulsar al perverso rey.
El joven principiante, comprendió la lección y se retiró avergonzado, dándose cuenta que aún no estaba preparado para estar dispuesto a elevarse, y estar en condiciones de conocer la verdad.
Este cuento, nos enseña a no juzgar sin conocer bien los hechos ni saber los propósitos.


Cuentos para reflexionar
La Sabiduría
Ser sabio es tener la capacidad de poder discriminar lo importante de lo intrascendente y de poder ser feliz disfrutando de lo que se tiene.


cuentos
La realidad está llena de ilusiones pasajeras que despiertan el interés de la gente, pero ni bien se materializan hacen desaparecer el entusiasmo por ellas para ir detrás de otra ilusión igualmente efímera.
Jerónimo era un hombre rico, tan rico que casi no podía calcular a cuánto ascendía su fortuna. Nació con la habilidad de hacer dinero sin esforzarse demasiado y cada nuevo negocio lo hacía más y más rico.
Por supuesto, se daba todos los gustos, por eso no dudó en comprar un lugar en el barco más grande que jamás se construyó, con la capacidad suficiente como para permanecer en alta mar mucho tiempo, para vivir en él cuanto quisiera y de paso aprovechar para conocer los rincones más ocultos del mundo.
Próximamente haría su viaje inaugural y grande era la expectativa en los círculos que acostumbraba frecuentar.
Jerónimo sería uno de los privilegiados de contar con un espacio libre de contaminación, explosiones nucleares o posibles conflictos bélicos, y como hacen todos los ricos se reservó un lugar seguro para eventualmente salvarse de los peligros que acechan al mundo.
La partida del barco fue un acontecimiento histórico. Miles de personas los despidieron, en el único puerto que contaba con espacio suficiente como para que pudieran abordarlo los selectos pasajeros.
Los camarotes eran lujosos departamentos que disponían de muchas comodidades, incluyendo amplios balcones con vista al mar.
Recorrerían el mundo sin apuro porque el barco era como una pequeña ciudad, con bancos, negocios, peluquerías, cines, teatros, restaurantes, canchas de deportes y piletas de natación, como para satisfacer las exigencias de cualquier millonario.
Disponían de un mini hospital para atender las urgencias y hasta para realizar intervenciones quirúrgicas sencillas y un helicóptero para el traslado de las personas con problemas más serios.
No se podía pedir mayor confort estando en el medio del océano, sin embargo, como siempre ocurre cuando pensamos que las cosas pueden ser perfectas, algo faltaba.
Porque un día Jerónimo se sintió mal y a pesar de recibir toda la atención de los médicos que se encontraban a bordo, no hubo más remedio que trasladarlo a tierra firma en el helicóptero.
Pero justo ese mismo día se desató una horrible tormenta inesperada que demoró 48 horas el despegue de la aeronave.
Jerónimo, que estuvo a punto de morir, se arrepintió de haberse involucrado en esa aventura y en esos momentos para estar cuidado por su médico de cabecera hubiera dado toda su fortuna.
Pero el tiempo no vuelve atrás y hay que enfrentar las consecuencias que pueden tener las decisiones envidiables, que aunque parezcan las mejores pueden encubrir la posibilidad de la ocurrencia de fenómenos imponderables.
Una vez que Jerónimo fue trasladado y después de haber sido sometido a varias operaciones pudo salvarse, pero tuvo que permanecer seis meses hospitalizado sin poder levantarse.
Pero todo ese tiempo le sirvió para meditar y poder ver lo que la vida puede enseñar; y que hay que tomar conciencia de lo que hay que aprender de las experiencias.
Ni siquiera los muy ricos pueden asegurarse en este mundo un lugar seguro, porque la seguridad no existe, es otra ilusión, una quimera que la mayoría espera y que siempre desea; pero que no se consigue porque no está en venta.
Para él significó una manera cruel e ingrata de darse cuenta de lo feliz que era con su familia en casa.


historias


Crímenes Perfectos

La película â??Match Pointâ?? de Woody Allen, tiene el acostumbrado punto de vista filosófico de este autor, que vuelve a reiterar en este trabajo, su perspectiva pesimista, la falta de sentido de la vida y el carácter imprevisible y caótico de la existencia.


reflexion
En esta oportunidad, se trata de un frío trepador, que aprovecha las circunstancias que se le presentan para vincularse con la alta sociedad inglesa.
Conoce a dos mujeres igualmente atractivas, una sin fortuna y otra perteneciente a una familia de poderosos empresarios.
Se enamora de la chica pobre pero se casa con la rica. Sin embargo, no renuncia a su amor verdadero, y continúa su romance en forma clandestina estando casado, o sea que frente a la disyuntiva elige a las dos mujeres.
Al pasar el tiempo, su amante comienza a mostrar signos de desagrado por esa situación irregular y termina exigiéndole su divorcio para poder formalizar su relación.
El hombre, presionado por ambos lados, ya que su mujer está embarazada, decide planificar el asesinato de su amante que lo amenaza con decirle la verdad a su mujer.
Mata fríamente a la vecina del departamento de al lado y se apodera de sus alhajas y luego, espera que la joven vuelva de su trabajo y la elimina.
De esta manera, las evidencias demostrarán que la hipótesis más firme sobre la identidad del asesino es que fue alguien que cometió el primer asesinato por motivos de robo y el segundo para deshacerse, de una circunstancial testigo al huir.
El verdadero asesino se deshace de las alhajas robadas arrojándolas al río, pero el azar o el destino, según como se mire, hace que un anillo golpee la baranda y caiga en la acera, sin que él pueda percatarse del hecho.
La policía lo interroga discretamente como sospechoso cuando es identificado como el amante de la víctima, pero no tienen pruebas para detenerlo y no quieren involucrar a una familia destacada, como la de él, con pocas evidencias.
Queda en libertad, pero los fantasmas de las víctimas le recriminan los asesinatos a sangre fría para conseguir sus propios fines y en ese momento, él mismo, en el fondo, siente que desearía ser castigado por sus crímenes, porque piensa que así quedaría demostrado que la justicia existe y que entonces la vida tiene significado.
Uno de los sabuesos no quiere abandonar la hipótesis de que el verdadero asesino es él y sueña una noche, exactamente, cómo fueron los hechos.
Sin embargo, cuando se dispone a atraparlo, descubre que un drogadicto comete un homicidio de similares características en la misma zona y tiene en su poder el anillo que por azar o destino ha encontrado, que pertenecía a una de las víctimas.
La policía considera este hecho como prueba suficiente y libera al protagonista de toda sospecha.
Coincido con el autor que es verdad que la justicia en la tierra no existe, pero sí existe la justicia a un nivel más profundo, en la conciencia.
La conciencia es el observador, el que evalúa los hechos en virtud de una realidad superior, y siempre está presente en cada uno de nosotros.
Hasta el último de los mortales tiene conciencia y nadie puede huir de si mismo ni eludir el castigo en esta vida, porque no hay peor juez que uno mismo.


filosofia


Filosofía del Hombre


La forma de pensar de cada ser humano, es la clave que tiene su percepción para interpretar el mundo.
No existe un solo mundo en este mundo, sino muchos mundos, tantos como personas lo habitan, porque cada hombre piensa distinto y por lo tanto percibe diferente.


moraleja
Es probable que la ciencia alguna vez logre la hazaña de conocer el misterio que representa la realidad y la existencia, y encuentre las pruebas concretas de todo lo que el hombre ya sabe por intuición, desde el origen de la humanidad.Aún está lejos el día del despertar, mientras tanto utilicemos la imaginación y sumerjámonos en un cuento aleccionador.
En un lejano rincón del mundo, vivía un hombre solitario en una humilde choza en las afueras de un reino, acostumbrado a una vida de privaciones y sufrimientos.
Se había quedado solo hacía mucho tiempo y nadie lo visitaba. Se sentía muy deprimido y había dejado de comer y acostado en su mísera cama decidió dejarse morir.
Sintiendo que su última hora se aproximaba le pidió a Dios que antes de morir le revelara la razón de la existencia, ya que él nunca le había visto ningún sentido a la suya.
Esa noche, mientras dormía, se cumplió su deseo; y en sueños vio al Supremo que se acercaba a él y se sentaba a su lado, dispuesto a conversar.
Le sorprendió observar que era su vivo retrato hasta en la vestimenta, porque sólo llevaba puesto unos viejos harapos.
Casi podía asegurar que era él mismo, de no haber sido por el halo de luz que lo rodeaba.
- Vine porque sentí que querías preguntarme algo importante, le dijo Dios.
- Si, me doy cuenta que no me queda mucho tiempo en este mundo y quería saber el propósito de esta vida que para mi ha sido tan difícil.
- Quiero que sepas que esta vida es una oportunidad que te ofrecí cuando naciste, para que la disfrutaras hasta el fin de tus días.
- Vaya oportunidad que me diste, la de vivir una vida de privaciones y sufrimientos. De haberlo sabido y si hubiera podido decidir, hubiera preferido no haber nacido.
- Eres un ingrato, porque a todos los hombres les doy lo mismo, una vida para vivirla de la mejor manera.
- Vamos, no digas eso, hay grandes diferencias, al rey le diste mucho más que a mi que casi soy un mendigo.
- Veo que por estar enfermo no te has enterado de los sucesos ocurridos en la corte. El rey fue asesinado, y yo solamente soy el que sabe que fue su propio hijo el que lo mató para arrebatarle el poder y acceder al trono.
- Otro motivo para pensar lo absurdo de esta vida, la tragedia de un hombre todavía joven, poderoso y rico que teniendo todo, pierde la vida, aunque hay que reconocer que tuvo una vida placentera.
- Mira, no me eches la culpa de los errores humanos. Yo no puedo hacer más que ayudar a la humanidad pero solamente si me lo piden.
- Pues yo no he hecho más que trabajar como un buey mientras fui joven y ahora de viejo he llegado a pedir limosna para no sucumbir de hambre, mientras te rezaba a ti todas las noches.
- Tus mensajes siempre fueron contradictorios y nunca pude saber bien lo que querías, por lo que llegué a creer que tú tampoco lo sabías.
- Yo siempre creí en ti y estaba esperando que me mandaras las señales, pero tú nunca te hiciste ver, sólo ahora vienes cuando ya es tarde.
- Las señales siempre estuvieron frente a ti cada minuto de tu vida sólo que tú no las veías; no puedo darles el don de la vida a todos con un manual de instrucciones bajo el brazo cuando nacen; porque los hombres quieren tener libre albedrío.
- Pensándolo bien, tienes razón, me siento como si estuviera hablando conmigo mismo, porque en el fondo siempre supe lo que tenía que hacer, pero no tuve la fortaleza suficiente para tener fe en mi propósito y me pasé la vida mirando para otro lado.


Cuentos para reflexionar


El Perdón, Cinco Minutos Antes de la Muerte
Un avión cae y se hunde en el mar cerca de la costa y mueren ciento cincuenta personas que estaban a bordo. Una mujer madura, periodista de un diario de la zona, que escribe una columna sobre la actualidad, frustrada por no querer caer en la noticia fácil, encuentra al día siguiente, entre las rocas, una bolsa plástica con una nota que parece pertenecer a los restos del avión hundido.


cuentos
Ese hecho fortuito le da la oportunidad de volcar en sus notas la búsqueda del destinatario y de convertirse en un éxito editorial.
Por supuesto la protagonista no puede evitar que los grandes medios quieran apropiarse de la noticia, sin embargo, como ella no ha dado a conocer el contenido del mensaje, está determinada a llevar sola esa responsabilidad y manejarlo sin hacer uso del circo mediático.
Este es el tema de una película que proyectaron anoche en un canal de cable que inspira preguntas filosóficas.
¿Qué harímos los últimos cinco minutos de nuestra existencia estando plenamente lúcidos frente a una situación de muerte trágica inminente?
Durante el atentado de las torres gemelas, muchas víctimas que sabían que iban a morir utilizaron sus celulares para hablar con sus familiares, mientras otros se tiraron de las ventanas temiendo más a la angustiosa espera que a la misma muerte.
Ese instante de plena conciencia infinitamente largo y a la vez corto puede servir para ayudar a los deudos a hacer el duelo, para reconciliarse con los seres queridos que se han distanciado, para resolver enigmas, para despedirse, para aprender, y en este caso particular, para producir un milagro en la ficción.
La columnista comienza la búsqueda del posible destinatario de la breve esquela que está dirigida a â??Tâ??, y firmada con la palabra â??Papáâ??, únicos indicios para iniciar una investigación en el vasto universo de familiares de las víctimas cuyos nombres empezaban con esa letra.
El peregrinaje a través de los eventuales dueños de la misiva, dio un resultado inesperado, porque aún en aquellos que no tenían vinculación alguna con la víctima, el contenido del mensaje tuvo una repercusión en sus vidas.
¿Porque quién es el que en su vida no ha ofendido a su padre y no desee ser perdonado si él muriera?
¿Quién es el que no se sentiría feliz de interpretar como propio un mensaje del más allá encontrado en forma tan extraña?
¿Quién no aprovecharía para hacer las paces con quien se ha ido dejando conciencias intranquilas?
El que no ha perdido a un ser querido que ha ofendido se da cuenta que todavía está a tiempo para reparar errores, para pedir perdón o para reconciliarse si han estado distanciados.
Finalmente el mensaje fue recibido por quien correspondía produciéndose el milagro de resolver los conflictos antiguos de la periodista, que vivía con su propia sombra que la torturaba.
Una vez, hace muchos años, recibí una carta de una persona fallecida. Cuando llegó por correo, esa persona yacía enterrada desde hacía dos días.
Me contaba sus cosas de todos los días y también los proyectos que tenía. Me sentí impresionada, como si aún se estuviera comunicando conmigo desde arriba.
Siempre nos sentimos culpables por alguna cosa, por una palabra, o un olvido, una forma de pensar diferente o cualquier otra cosa intrascendente.
No esperemos a que la gente muera para ser gentiles y demostrarles nuestro afecto, hoy es más tarde de lo que creemos.


historias




reflexion



!!!!Y GRACIAS POR PASAR !!!!!

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