Todos mueren en Abril

"Recuerdo el relato de un trabajador del Cementerio el Angel en Lima."
Lo recuerdo en las siguientes lineas:

Estoy cansado de abrir la misma puerta siempre,
Estoy cansado de su color y del óxido que avanza desde el suelo.
Estoy cansado del olor dulce que el envejecido hierro expele cuando acerco mi rostro a la Cerradura.
El otoño avanza con mi dolor y las mañanas blancas en lima son para llorar sin detenerse.

Estoy cansado de la estructura,
Estoy cansado de las paredes y las tumbas,
Las flores en abril hacen llorar más a los pocos parientes que aún recuerdan,
Los ignoro, mi dolor es mayor que el suyo.
Crecen las telarañas cazando fantasmas invisibles,
En la oscura noche en la que habitan puedo recordar sus lamentos y sus gemidos.
Las sombras crecen con las horas.
De la mañana a la noche,
Soy solo yo dando vueltas en este lugar de locura.
Soy solo yo hablando con guardianes que no respiran.
Entregando mi vida en estas estructuras, mi soledad se refleja en los azulejos y en las letras.
Cuarteles sin soldados guardan mi llegada y mi salida.

Soy yo y la manta enrollada sobre mi hombro,
Soy yo caminando desnudo entre calles y avenidas,
Soy yo buscando consuelo en un recuerdo.
El atardecer rojo sobre las cruces, mi camino es corto; pero mi dolor intransitable.
Hago sonar un candelabro para alejar las sombras de mis pasos



Desnudo e invisible la espero en medio del campo de cruces de cemento,
Eabitaciones de recuerdos, suelen llorar cuando las pienso.
La lluvia golpea las flores y el pasto desde abajo, desde el fondo de la corona,
El rostro azul aun duerme esperando un sueño.
Necesito su recuerdo hoy más que nunca, necesito pensarla,
Estoy roto, estoy solo.
Sentado junto a la pileta, en medio de las cruces, un cisne mineral observa.
Lo recuerdo nadando sobre peces, cuando era niño, cuando los relatos eran nuevos.
La lluvia desnuda mi alma, el olor a tierra húmeda se expande en mi respiración, y su recuerdo Aún no se construye.



La espero en la altura del sol venciendo las sombras,
Ella existe en un tiempo, existe y no me importa nada más,
La he llamado pero no tiene nombre,
Su rostro no lo recuerdo porque jamás lo he visto.
Vestida de negro, sin notar sus pies, observo por siempre su velo.
Se acerca, repite las mismas palabras, como la primera vez que nos encontramos,
No tiene memoria y no me importa.
El mismo rito, las mismas palabras, la repetición de un sueño.
Yo la abrazo. Ella me abraza,
No hay mediodía, no hay realidad, no hay sueño.
Soy yo, entonces, muchos años antes que el trabajo en estas flores me deformaran las manos.
Soy yo mirando lo que no se puede mirar, soy yo tocando lo que no se puede tocar.



Vencemos la muerte, desnudos sobre el mármol.
Una mujer sin rostro, una mujer sin corazón, una mujer sin recuerdo.
Ambos desnudos sobre el mármol, sobre el recuerdo de una vida,
Junto a una inscripción que me hace pensar lo que nunca seremos;
"Dans le noire de ce tomb press toi coer contre le moi."
Ella desaparece en las letras cincelas en esta tumba.
Yo desaparezco para volver a empezar. Yo desaparezco para volver a soñar.
Ella duerme en una de estas habitaciones
Y yo estoy cansado de cerrar las misma puerta.