Recientes

sábado, 11 de abril de 2015

como superar la adiccion del internet...


Te has dado cuenta. Estás enganchado, eres adicto a internet. Puede que lo hayas descubiereto leyendo nuestro artículo sobre la adicción a internet, o que te lo haya dicho tu pareja, o tu jefe, o que tú mismo hayas descubierto que esa sensación irresistible de conectarte a internet se está convirtiendo en un problema para tí e incluso para los que te rodean. Tranquilo, vas a dejarlo.



Si no estás seguro de que tengas un problema, te recordamos que la adicción se puede mostrar de múltiples maneras:

Pasas cada vez más tiempo:

delante del ordenador, y consideras que ese tiempo no es productivo (jugar no es productivo, el porno y el chat tampoco)

No puedes controlar
cuándo y cómo te conectas. Tu vida gira en torno a esos momentos cuando te puedes conectar.

Has dejado de lado a tu pareja, amigos o familia

en alguna o varias ocasiones para estar delante del ordenador, incluso has llegado a mentir sobre la necesidad de conectarte poniendo alguna excusa.

No puedes pensar en otra cosa cuando no estás conectado.

Te sientes culpable cuando piensas en el tiempo que pasas delante del ordenador.

Te enfadas y no prestas atención cuando alguien te interrumpe en tu tiempo de internet.
Has reducido otras actividades que antes estaban en tu vida, como practicar deporte, dar paseos, hacer algo que te gusta, y te has centrado únicamente en internet.


¿Te identificas? Has dado el primer gran paso para la solución.

Existen múltiples tipos de adicción, que incluyen el cibersexo, el juego, la navegación compulsiva de internet, en la que navegas de una página a otra sin rumbo, la necesidad de estar conectado a redes sociales, o a sistemas de mensajería. Sea cual sea la tuya, la razón de que leas esto es que tienes una firme intención de corregir ese comportamiento. Te mostraremos el camino, unas pequeñas ideas para que te apoyes en ellas, pero aun así eres tú quien tiene que andar para que funcione. Ã?nimo, allá vamos con nuestros consejos:

Tómate un día libre:

es duro, peroâ?¦ te demostrarás a tí mismo la voluntad de llevar a cabo la desintoxicación. Al no existir una dependencia física, lo normal es que no pase nada, tu mundo no se vendrá abajo por un día sin internet. Sentirás algo de ansiedad, impulsos de conectarte, frustración, iraâ?¦ pero todo pasa. Asegúrate de no poder conectarte (deja el móvil en casa y vete a dar un paseo, por ejemplo). Aprovecha ese día para pensar en actividades alternativas que puedes realizar con todo el tiempo que te va a sobrar cuando superes tu adicción (deporte, lectura, interacción con gente, ese curso de cocina o de baile que llevas postergando, etc). Tener metas te ayudará a mantenerte firme. Tómate ese día libre cada vez que falles en tus planes de mejorar.

Coge una libreta y un bolígrafo. A partir de ahora, vas a apuntar la fecha, cada página que visitas (no hace falta que sea la dirección completa, basta con que sepas a qué página te refieres), cada programa de internet que usas, y el tiempo que estás en él. Mira el reloj, lo tienes abajo a la derecha. Escribe la hora. ¡Empieza ahora mismo! Esto te permitirá ser consciente del tiempo que dedicas. En muchas ocasiones basta con ese tiempo que separas la pantalla del ordenador para darte un pequeño respiro y poder tomar la decisión de seguir la conexión o dejarlo para otro momento.


Márcate un horario.

Vas a dejarlo poco a poco, así que no pongas veinte minutos al día desde hoy, porque no es realista. Estudia el número de horas libres que tienes, las que estás dedicando actualmente, y pon una hora de comienzo y una de finalización. Apunta un descanso de diez minutos cada hora. En ese descanso, sea lo que sea lo que estés haciendo, levántate del ordenador, respira hondo y da un paseo de diez minutos. Usa esta pausa para descansar, y no, no vuelvas al ordenador hasta que pasen los diez minutos. No pasa nada, internet seguirá ahí cuando vuelvas.


Reduce el tiempo gradualmente:

a menos que seas presidente de un país (e incluso así), unas dos horas al día deberían ser más que suficientes para todas tus actividades de internet. Reduce poco a poco el tiempo que dedicas. Hagas lo que hagas, sé firme. Si has dicho que desconectas a las diez, desconecta a las diez. No importa lo que pase en el mundo. Tú eres más importante. Puedes usar cuadraditos, gominolas, o cualquier símbolo para saber el número de â??medias horasâ?? que te das cada día. Si se te acaban, se acabó, levántate aunque hayas encontrado al amor de tu vida en internet (mañana le pides el teléfono y sales de aquí). Y si te sobran, no las sumes al día siguiente, cada día empieza con el número de horas que quieres darte.


Reutiliza tu tiempo.

Es más posible evitar la conexión compulsiva si tienes alguna actividad planificada. Apúntate a alguna actividad que te interese, estudia, llama a un amigo, haz deporte, y haz un hábito de esas actividades: ¡Recuerda! no son cosas opcionales para cuando no te conectas, son las cosas que quieres hacer y de las que te has privado por estar delante de una pantalla sin cambiar tu mundo. Una vez tengas una rutina, todo será más fácil.

Pide ayuda:

pedir ayuda a los que te rodean, y lo que es más complicado, aceptarla (en el sentido de respetarles y reconocerles cuando nos traten de ayudar), es un aspecto importante de la recuperación. Expresa abiertamente tu problema y tu decisión de solucionarlo, y permite que alguien te controle tus hábitos si ves que has fracasado en tus intentos de hacerlo por tí mismo.

Relacionados

0 comentarios

No hay comentarios. ¡Sé el primero!

Publicar un comentario