Wain nació con labio leporino, ante lo cuál su médico le ordenó a sus padres que Louis no debía ser enviado a una escuela hasta cumplir los 10 años. Pasó gran parte de su infancia vagando por Londres. Posterior a este período, Louis estudió en la West London School of Art y eventualmente se convirtió en profesor de dicha escuela por un breve período de tiempo. A los 20 años, Wain dejó a su madre y sus cinco hermanas, después de la muerte de su padre, para convertirse en profesor. Decidió retirarse de la docencia para dibujar animales. Participando en innumerables revistas inglesas, Wain pensó que se dedicaría toda su vida a retratar perros y granjas. Luego, en la década de 1980, la esposa del artista enfermó de cáncer tras sólo llevar 3 años casados.
Entonces Wain tuvo una idea. Para alegrar a su mujer, comenzó a disfrazar a Peter, su gatito, con accesorios para humanos como gafas, corbatas y sombreros, hasta que su esposa le dio la idea de llevar la caracterización al papel. Desde ese momento, el pintor comenzó a retratar a su gato en distintas situaciones y colores, logrando llamar la atención de revistas y críticos.
El artista a sus 30 años, había dejado de ser un hombre amigable y humilde para convertirse en un ser agresivo y desconfiado que escribía notas sin sentido, mientras vagaba solo todos los días. Es por eso que su familia decidió internarlo en un hospital mental estatal en donde le diagnosticaron esquizofrenia. Según se especuló más tarde, la enfermedad pudo desencadenarse por la toxoplasmosis, una infección parasitaria contagiada por los gatos que tanto adoraba.
En tanto el Primer Ministro, al enterarse de la situación de Louis Wain, lo trasladó a un centro de rehabilitación en el Hospital Real de Bethlem en donde los pacientes interactuaban con gatitos todo el día. El artista se reencontró con sus peludos musos, pero ya no dibujaba igual que antes.
Los gatos de Wain se convirtieron en verdaderas obras psicodélicas. En las que resaltaba la mirada agresiva de los felinos, en una composición de colores y formas que parecían miradas por un caleidoscopio. La abstracción de sus dibujos comenzó a avanzar con su enfermedad hasta que los gatos resultaron ilegibles.
Sí, estos son gatos.
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