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sábado, 4 de abril de 2015

La recuperación de la política en Argentina


La recuperación de la política en Argentina

Escrito por Lic Ramón D. Peralta

Me he elevado en la misantropía de manera tan vehemente, que he decidido prescindir de mi mismo, clausurar mi mente, ya no quiero decir me arrepiento, tampoco auscultar el me miento. Pero me sobra aliento para seguir en el desconcierto, trovador infame de una plegaria innata que se degrada - cada vez que se repite -, cada vez que se calla. He servido en mi vida a muchos tiranos y he esculpido mi falsa imagen en esa claudicación, en cada momento que me dejé ser...argentino. Si esas renuncias extintas supiesen cuánto las he odiado, intentarían comprar un alma en cuotas, sólo para reírse socarronamente de mi presente ya olvidado.

Los dogmas políticos al igual que las religiones nos enseñaron la senda de la felicidad, pero a costa de nuestra propia esclavitud, ergo de una psiquis que obra anestesiada. Pero la ilusión de estar aquí, en el hoy, es más estimulante que la serenidad de no estar en ninguna parte, de estar como protagonista, de estar en los cielos.

Este dogma enlatado, les enseñó la necesidad de convertir a esos seres en eternos por medio de la adoración, la premura por elevarlos, el exceso de corazón, el desborde de destrucción natural que sus propias sombras parecen eclipsar. ¡Ave Cesar, los que van a morir te saludan!, acto seguido nos sueltan estas fieras que salen con la fuerza de una masa enceguecida a defender algo que no existe. Las mismas estupideces que hizo Cristina, las puede hacer Macri, Binner, Lilita, Alfonsín, incluso hasta yo puedo hacerlas, ergo la mala praxis es el mas incluyente de los modelos posibles, y mejor no hablemos de corrupción, atributo y arte que aprendemos desde muy pequeños, cual espartanos del vil metal.

dogmatismo politica

El dogma kirchnerista es un subterfugio de la locura y el que cae en sus redes marcha por un camino incierto rumbo a su propia angustia, su propia destrucción, su propia nada, para que luego todo deba ser amnesia en pos de volver a comenzar. Así es la vida del dogmático, del berrinche, de la pasión, del fanatismo, del desenfreno, del hincha de fútbol. A pesar de ello, tenemos fundamentalismo y totalitarismo para rato, pues a falta de Cristina, buenos serán otros caudillos.

Hay mucha estupidez en las idealizaciones, pues es creer que solo un sistema de ideas o un modelo de gestión, por si mismo pueden resolver los dilemas existenciales y terrenales de los mortales. Quizá solo nos hacía falta un poco de moralidad, decencia y honestidad. Quizá a mi amado país, solo le faltó que los honrados y abnegados tengan mas poder que los corruptos, delincuentes y mafiosos.

kirchnerismo

No puede concebirse la fuerza del kirchnerismo sin la enfermedad. No en vano los hombres más peligrosos son los que tienen una salud afectada. El "navío" de los países, según la historia, han sido timoneado por hombres que se toman el pulso constantemente, según diría el amigo Ciorán . Y para un capitán que se le hunde el barco en puerto firme, la cosa se torna mas que preocupante. Si "insólito" fuera un país, sería éste, el de Argentina con Cristina, aunque sin ella tampoco perdería su estandarte. El kirchnerismo fue una linda ilusión mientras nos permitimos la esperanza, pero luego de doce años en el gobierno, hace falta renovar esa fe, esa devoción por lo inmaterial, por lo intangible, por la utopía. Ya que sabemos que Argentina es un país sin moral, no nos queda otra que edificar abstracciones donde solo hay miseria humana. Ahora iremos por algo "distinto", por el edén, por el "arca de la alianza", que consiste es ir detrás de otro caudillo y por mas planes cortoplacistas y mágicos. Lo único verdaderamente sustentable en nuestro país, es la corrupción, la ignorancia, el dogmatismo y la estupidez, dentro de esto pidan todo, por fuera, la nada.

argentina

Si existiere un progresismo reaccionario, este sería su antimateria, uno que no reacciona y solo conculca misticismo, épica y fantasía donde deberían verse hechos y resultados. ¿Es que ya pocos entienden que 12 años no es tanto, como para seguir comulgando con las promesas de gente nueva?. El kirchnerismo ha perdido el "touch", ese toque de campana que nos anuncia que ha llegado el mediodía, ese canto de golondrina, esa virtud, esa copla que ensalza la esperanza de un pueblo que anhelaba un futuro venturoso. No hace falta pretender mas "derecha" o mas "izquierda", que si bien son nada en la mirada, el kirchnerismo ya me dio todo eso. ¿No será hora de que pidamos decencia, honradez, idoneidad y algo mas?, ¿por qué debo seguir consintiendo los mismos políticos de siempre si en el 2001 pedíamos por "que se vayan todos?. Está claro que el pueblo argentino está inmunizado contra el aprendizaje de la experiencia ¿cuántas veces debemos tropezar con la misma piedra hasta que aprendamos a correr la piedra o a evitar el mismo camino?. ¿Hay animal tan estúpido como para hacer eso?

Nuestras revoluciones son eternas y cambiamos todo para volver a comenzar con cada ciclo. Quizás deberíamos ser mas prácticos, aprovechando los avances tecnológicos, y automatizar estos mecanismos manejados a dedo (hasta ahora). Yo diría que estos sistemas de pensamiento han dado soluciones quizá falsas, pero en todo caso soluciones a los verdaderos problemas de nuestro tiempo. Quiero decir que una doctrina puede ser verdadera o falsa, pero en todo caso hay que plantearse primero la cuestión de si es una respuesta a nuestros problemas o a otros.

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No se olvide que un problema no es simplemente algo que yo no sé, un desconocimiento. Si a mí me preguntan cuántos pelos tienen en la cabeza los muchos lectores que me siguen, no sabría decirlo. ¿Es éste un problema? No. Y ¿qué falta para que sea un problema? Que yo tenga que saberlo. Por fortuna, para nada tengo que saber cuántos cabellos tienen mis lectores; y esto quiere decir que no es un problema. Pero si yo tuviera que saberlo,... si por ejemplo, alguien me ofreciera un gran premio de varios millones si el número de pelos fuera par, y si en contrapartida me amenazara con muerte violenta si ese número era impar, entonces, sin duda se convertiría para mí en un verdadero problema. Para que algo sea un problema hace falta: primero, que yo no lo sepa; y segundo, que tenga que saberlo.

Frente a muchas doctrinas intelectuales podemos decir quizá que son verdaderas, o que posiblemente lo son, pero no son soluciones a nuestros problemas, sino a otros, a los del siglo XIII o el XVII o el XIX, tal vez ni siquiera del XX. No es lo que a nosotros nos angustia o nos inquieta lo que angustiaba a los hombres de hace un siglo, de hace Ocho o hace veinte, y sus soluciones, sean cualesquiera, aunque sean correctas lógicamente y objetivamente verdaderas, por razón de su contenido, no nos sirven porque no son soluciones a nuestro problema. Los tópicos mueren y nacen con el tiempo, realidades que son vistas como invisible por lo ideológico, dogmas y doctrinas que solo pueden ver alucinaciones y enclenque fantasmagoría.

El punto de partida de todos estos sistemas de pensamiento político y social, conforman la idiosincracia de un estilo vernáculo, llámese "peronismo", "existencia", "subjetividad" o, más profunda y correctamente, "ser argentino". Esta vida ha sido interpretada desde diversos puntos de vista, algunos más amplios, otros más parciales. Algunos significaban una interpretación forzada; otros la proyectan sobre un plano y la reducen a una realidad bidimensional en vez de dejarla ser lo que es plenamente y de bulto.

La recuperación de la política en Argentina

En todo caso, por ser el punto de partida de nuestra vida, en lo que tiene de vida humana personal, todos estos modelos con forma de "sonajero" se han centrado en la noción de libertad e igualdad; en la condición que tiene el hombre de hacerse o elegirse a sí mismo de un modo o de otro; en la soledad en la cual acontece la vida de cada uno de nosotros; en los temas de la responsabilidad, el desamparo, el dolor, la angustia, la náusea... esos que se han llamado a sí mismo "argentinos patriotas o viceversa". Sin duda lo son, pero no está dicho en ninguna parte que sean estos los únicos, o los más interesantes, y que no se hayan quedado en el tintero otros tan importantes, tan existenciales, tan argentinos y, quizá, tan radicales. Vivisección de una comunidad que se distingue de si misma, en el amparo de las modas y del embuste interminable.

Para finalizar, admito que no puedo reconciliarme conmigo mismo, con los otros, con las cosas, con mi sociedad, con la nada. Ni siquiera con Dios, el mismo que reemplazo con mi omnipotencia y soberbia. Ya no tolero lo absoluto salvo el incidente de mi muerte, que añoro como salvación. Es curioso, porque hoy me asombro de lo que soy, ilusión de mi existencia, quién me sabe a sentido supremo, el sinsentido de la vida. Me despido a sabiendas que no voy a enmendar nada con este acontecimiento, quizás tampoco quiera que se erija en declaración de principios que ignoro y me desprecian, ergo mi misión era solo escribir, para que algún día lean mis tataranietos, de pluma y mente, con propia sangre, lo que desveló a su ancestro, el amor por un país como la ex Argentina. En este proceso de idas y venidas e incertidumbre, ante un nuevo "desorden mundial", solo nos resta desaparecer como Nación, para resucitar en forma de olvido y perdón.-

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