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jueves, 12 de marzo de 2015

"Asi hablo Zaratustra" Friedrich Nietzsche


"Asi hablo Zaratustra" Friedrich Nietzsche



Así habló Zaratustra, es el título de una de las obras más famosas del filósofo y filólogo alemán Friedrich Nietzsche, en la que expuso algunas de las tesis fundamentales de su pensamiento más maduro, tras haber realizado una serie de fulminantes críticas contra la cultura burguesa de su tiempo y contra la tradición platónico-cristiana que la sustentaba.

Según confesaría después el propio Nietzsche en su libro Ecce homo (1908) y en otros escritos autobiográficos, esta obra tuvo un especial origen, de carácter místico y contemplativo, en dos â??visionesâ?? que su autor tuvo en 1881 y en 1883. El libro fue redactado de una manera muy rápida, bajo una elevada tensión creativa y fue terminado en agosto de 1884. Toda la obra posee un carácter poético y se encuentra llena de símbolos y metáforas, expresadas en un brillante estilo, raramente superado en la historia de la lengua alemana. El autor concedió a su obra un carácter poético y dijo escribirla en el mismo tono en el que fueron escritos los Veda, o las obras de William Shakespeare. Sin embargo, dicho tono poético y simbólico, que hace difícil su lectura, no debe ocultar el mensaje positivo que Nietzsche pretendía transmitir con este libro. A lo largo de sus páginas queda expuesta la propia filosofía positiva de Nietzsche. Muy recomendable, las andanzas de Zaratustra se asemejan en algo a las de Jesús, solo que este nos enseña una manera diferente de ver el mundo.

División de la obra.

El prólogo posee una especial importancia: critica el sentido del â??último hombreâ?? (que no es sino el sujeto burgués) y desea instaurar el nuevo â??valor de la tierraâ?? (frente a toda forma de trascendencia).

La obra se divide en cuatro partes, que tratan de cuatro temas distintos, los cuatro temas que integran el legado de la filosofía nietzscheana.

Primera parte: â??La muerte de Diosâ??: en ella, habla de tres figuras fundamentales del espíritu: el camello (que soporta el dominio de la moral), el león (que crea una nueva moral) y el niño (que crea nuevos valores mediante el juego); asimismo, propone la necesidad de considerar las virtudes tradicionales como â??adormiderasâ??, que impiden ver los valores verdaderos y reivindica la necesidad de imaginar el nuevo sujeto humano como alguien que se atreve a experimentar.

Segunda parte: â??La voluntad de poderâ??: relata la segunda bajada de Zaratustra y expone una nueva serie de discursos que tienen como tema central la â??voluntad de poderâ??, atacando a quienes se oponen a la voluntad creadora de una moral autónoma. Al final de esta parte aparece la visión del â??eterno retorno de las cosasâ??, que aterroriza a Zaratustra por su radicalidad y es, junto a la â??voluntad de poderâ??, uno de los núcleos de su filosofía. Pero esta segunda parte termina también con un fracaso: Zaratustra regresa a su montaña, incomprendido por los hombres que no entienden cuanto dice y se ríen de él.

Tercera parte: â??El eterno retorno de lo idénticoâ??: tiene una importancia especial. En ella Zaratustra plantea la doctrina del â??eterno retornoâ?? y supone el final de la obra en su primer proyecto: el â??eterno retornoâ?? es la visión secreta de Zaratustra, su doctrina más preciada. Nietzsche expone esta doctrina empleando gran cantidad de símbolos y discursos alegóricos (en especial, los titulados â??De la visión y el enigmaâ??, que constituye una síntesis de toda la obra, y â??Los siete sellosâ??) de tono apocalíptico y de una gran belleza lírica.

Cuarta parte: â??Necesidad de los superhombresâ??: presenta a un Zaratustra anciano y desanimado ante el fracaso de su tarea, pero que todavía tiene la fuerza suficiente para reivindicar la necesidad de aquellos que denomina â??hombres superioresâ??. Ã?stos serán los únicos que podrán comprender su doctrina y vivir según la filosofía que Nietzsche representa: son los verdaderos â??superhombresâ??, que habrán anulado la mediocridad de la cultura occidental y constituirán una nueva clase de filósofos.


FRAGMENTO : este fragmento resulta interesante sobre como plantea Nietzsche sus ideas sobre la mujer.



Tema el varón a la mujer cuando ésta odia: pues en el fondo del alma el varón es tan só-
lo malvado, pero la mujer es allí mala.
¿A quién odia más la mujer? - Así le dijo el hierro al imán: «A ti es a lo que más odio,
porque atraes, pero no eres bastante fuerte para retener».
La felicidad del varón se llama: yo quiero. La felicidad de la mujer se llama: él quiere.
«¡Mira, justo ahora se ha vuelto perfecto el mundo!» - así piensa toda mujer cuando
obedece desde la plenitud del amor.
Y la mujer tiene que obedecer y tiene que encontrar una profundidad para su superficie.
Superficie es el ánimo de la mujer, una móvil piel tempestuosa sobre aguas poco profun-
das.
Pero el ánimo del varón es profundo, su corriente ruge en cavernas subterráneas: la mu-
jer presiente su fuerza, mas no la comprende. -
Entonces me replicó la viejecilla: «Muchas gentilezas acaba de decir Zaratustra, y sobre
todo para quienes son bastante jóvenes para ellas.
¡Es extraño, Zaratustra conoce poco a las mujeres, y, sin embargo, tiene razón sobre
ellas! ¿Ocurre esto acaso porque para la mujer nada es imposible?108
¡Y ahora toma, en agradecimiento, una pequeña verdad! ¡Yo soy bastante vieja para
ella!
Envuélvela bien y tápale la boca: de lo contrario grita a voz en cuello esta pequeña ver-
dad.»
«¡Dame, mujer, tu pequeña verdad!», dije yo. Y así habló la viejecilla:
«¿Vas con mujeres? ¡No olvides el látigo!»109 ­

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