Es frecuente la referencia, en este espacio, a la pugna política entre modelos opuestos de país. Pero surge la pregunta: ¿de qué se trata? En ocasiones, la repetición de la consigna sin la discusión necesaria podría resultar en que se haga abstracción de algo muy concreto: el modelo de país o de sociedad. Dicho modelo es el que va a definir, en la realidad fáctica, el modo y el nivel de vida de los pueblos. Aquí hay dos ejemplos.
Por una parte subsiste el modelo neoliberal, que los americanos hemos padecido desde fines de la década de 1970 y en su plenitud durante los años 1990, más precisamente después del Consenso de Washington (1993), cuando los países de la región se sometieron absolutamente a los dictámenes de los llamados â??mercadosâ?? y se procedió con el desguace de las instituciones y del propio Estado nacional y sus . En la actualidad, este modelo de exclusión se aplica en otros países, principalmente en Europa. Se lo ve más claramente en España, entre otros.
En los últimos cuatro años, se han desalojado de sus viviendas a unas 400 mil familias españolas que se han quedado sin posibilidad de pagar sus hipotecas debido a la crisis del sistema capitalista. El Estado nacional español, plegado al modelo neoliberal, no solo no tiene la capacidad de construir una sola vivienda popular sino que además no puede intervenir en la cuestión de los desahucios para evitar la catástrofe social que suponen. Así, 400 mil familias de las clases populares fueron arrojadas a la calle en los últimos cuatro años mientras el Estado sigue recaudando impuestos con la sola finalidad de â??rescatarâ?? bancos en proceso de quiebra. En la España neoliberal, el Estado permite desahuciar a los ciudadanos, pero se afana en financiar los mismos bancos que ejecutan las hipotecas. ¿Locura? De ninguna manera. Este proceder es coherente con la lógica neoliberal.
Por otra parte está el â??populismo socializanteâ?? de Venezuela, calificado como una â??amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad mundial y nacionalâ?? por los yanquis. Durante el mismo periodo de cuatro años (desde el año 2011 hasta el presente), en Venezuela se han construido alrededor de 700 mil viviendas populares, liberando de la presión del alquiler a aquellas familias de menores ingresos. No solo no hay ningún desahucio en este país, sino que además se asegura el acceso a la vivienda propia a cientos de miles de familias.
a Gran Misión Vivienda Venezuela, iniciada en el año 2011, brinda un subsidio de hasta 100% para las familias que tengan ingresos mensuales menores al salario mínimo, ubicando el costo de las casas en un máximo de 300.000 bolívares, con plazos de financiamiento de hasta 30 años. Las tasas de interés de los créditos por la Misión Vivienda también son de carácter social y responden a los ingresos familiares, y la banca privada tiene la obligación legal de destinar al menos 20% de su cartera total de créditos al sector hipotecario.
Esta es, en una palabra, la â??amenaza inusual y extraordinaria a la seguridadâ?? a la que se refieren los Estados Unidos. Una amenaza a la seguridad del modelo neoliberal hegemónico a nivel mundial, el modelo que proponen los yanquis y sus socios occidentales. Venezuela es un â??mal ejemploâ?? de cómo es posible gobernar con el pueblo, no con los bancos. Esto es lo que los EE.UU. se aprestan ahora a destruir con la fuerza brutal del imperialismo ladrón.
Los americanos debemos estar atentos.
viernes, 20 de marzo de 2015
Dos modelos de país enfrentados
Redactado por: Anónimo
Mi nombre es Christian y actualmente estudio Computacon e informatica, tengo este blog, porque me gustan el diseño y sobre webs, espero disfruten del contenido de sitio y pueden informarse todo lo que puedan. .
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