Oh titán oscuro
y palpitante.
Como la luminaria de los tiempos venideros.
Alto decidor de cosas buenas
y de los olimpos perdurables,
Sé que no viniste a ver los rastros
de mediocres gentes traicioneras
ni a pasar sin pena
ante las tumbas
que asoman al ojo del poeta.
Oh bardo callado,
y tan feliz en la distancia;
allá beberás la voz primera,
allá vencerás a la materia
que mezquina da forma a las cosas;
sin dejar al alma peregrina
donde ha de brotar su faz divina.
Oh silente amigo,
que nunca he conocido;
mas con la intuición nunca he fallado;
pues en tus pupilas ya se había forjado
la lealtad profunda de los buenos hermanos.
link: https://www.youtube.com/watch?v=rR6fZyqOozQ
0 comentarios
Publicar un comentario