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sábado, 14 de marzo de 2015

Amor en Babel, Dante Bazán


Amor en Babel, Dante Bazán

Antes que nada, una colaboración de Loco Vivo:


link: https://www.youtube.com/watch?v=mO97RunzkGM




Linces de las bibliotecas infinitas de Borges: Les dejo la primer parte de un librito que escribí hace un tiempo.

Amor en Babel

1

Sara y Soledad

21 de Diciembre del 2012


Mi cuerpo empieza a transpirar, seguramente igual a las calles de tierra en este barrio. Es temprano, siento la luz presionar sobre mis dilatados parpados. La resaca me pide cerveza así que mejor me levanto.

Cuando era niño me gustaba ver las sombras escaparse del amanecer. Ahora sinceramente esas cosas me chupan un huevo, solo quiero ir por mi cerveza.

No estoy seguro si dormí o solo me tiré diez minutos y me levanté. Creo que tuve un sueño. Creo que algo me está dando sueños alucinógenos muy reales. Mantendré éste camello ¡Qué se valla a la mierda el camello! Hoy tengo que salir de acá.

Me paro sobre la cama, miro por la ventana, parece que está todo tranquilo. Las veo como duermen, indiferentes a todo. Las destapo para verlas bien. Ni Hawking las entiende, cada uno debe experimentar su propia teoría ¿Dónde están mis pantalones? ¿Y los calzoncillos? Esta habitación es un caos. No importa, no logro recordar, pueden estar en cualquier lado. Mejor me voy a bañar. Mejor no. Abro las piernas de Sole y busco con la lengua su clítoris entre sus pelos, ella se remueve, La dejo así.

Del otro lado de la cama Sara despierta y se aferra a mí brazo. Después se agarra la cabeza y se sienta en la cama:
â?? ¡Ay, es muy temprano! ¿Qué hora es? â?? bosteza, acomoda sus enmarañados cabellos castaños hacia atrás y los sujeta con una vincha que saca de debajo de la almohada.
â??Es temprano, dormiteâ??le digo intentando irme.
â?? ¿Dónde te vas tan temprano? ¿No era que te habían despedido?â?? sus palabras son lentas, tiene una linda voz de locutora pero está embotada por el sueño, el dolor de cabeza, y el poco descanso nocturno. Sara, con los ojos cerrados, se vuelve a recostar.
â??Dormite Sara, ya vengo.

Despacio me alejo algunos pasos de la cama. Deseo que Sara se haya vuelto a dormir para poder irme. Ella abre los ojos y se levanta. La miro atónito, la vasta naturaleza femenina nunca deja de sorprenderme. No sé cómo reaccionar, porque no sé cómo reaccionará ella, apenas la conocí anoche, y por experiencia sé que el despertar puede ser desagradable, e incluso dar inicio a acciones de violencia.

Ella está desnuda sentada en la cama â??Si no tenés que ir al trabajo, te despidieron... ¿Te estás escapando de mí?â??, está bien despierta, me mira a través de esos grandes ojos verdes que anoche me volvieron loco y seguramente a varios más, mira inquisitivamente, espera una respuesta.
â??No te dije que me despidieron. La fábrica cerró, ya te expliqué, y nos quedamos todos en la calle, TODOS. ¡No pudo ser! Ahora me voy, viajaré por el mundo. Pero no te preocupés, voy a ir buscarte a tu casa en una semana. Será mejor que te vayás ahora, antes que Soledad se despierte ¿Entendés? Ella despierta de muy mal humor, se pone infumable... â??Doy media vuelta, me coloco un toallón en la cintura y voy a la puerta de la habitación.
â?? ¡Pará! esperame y nos vamos juntos; Yo también quiero ir a conocer el mundo, o acaso también vas a huir de mí. Me parece que todo lo que me dijiste anoche fue mentira ¿no? ¡Fui una tonta! No te tendría que haber creído nada, ni una sola palabra... Vos sos otro cobarde que solo quiere huir de todo ¿Dónde está mi corpiño? â?? comienza a buscar su corpiño, su remera, o algo para taparse y poder irse. Cae en la cuenta del desorden de la habitación, algo que no notó cuando llegamos, quizás por el alcohol. Pero ahora no podía obviar el malestar que le causaba lo descuidado del mobiliario entero; principalmente esa ventana que tiene de marco unas maderas negruzcas y mal clavadas, y plásticos viejos con cartones en lugar de vidrios. El techo, con unos antiguos tirantes de madera ya vergonzosamente doblados, en cualquier momento se rendirá dejándose caer. Decepcionada: â??Otra vez regalé una noche a un imbécil. Debo dejar de conocer tipos asíâ?? se autofragela.

â??Shh, Si Sole se entera que nos fugamos te buscará para matarte, o incluso peor, también me matará a mí. Primero me voy yo, y luego te busco, así será más seguro, al menos para mí.
â?? ¿Soledad es una psicópata?
â??Más o menos, pero no es eso, es otra cosa, es complicado de explicar ahora, y no quiero hacer más ruido... â?? Con mucho cuidado, en silencio, busco un calzoncillo limpio, un jean y una remera â??Mirá, ahora me voy a ir a duchar y luego me voy, vos si querés dormí un rato más, te voy a dejar la puerta abierta, en una semana estaré allí, ¿Entendiste?
â??No Iván, no te entiendo, pero igual hacé lo que querás, andate nomás, no te preocupés por mí y, sinceramente, ni se te ocurra regresar... Solo prestame una remera limpia que no encuentro mi ropa ¡Es un quilombo esta casa!

Saco del cajón del mueble una remera blanca y se la paso, Sara la agarra y me toca cariñosamente la mano, mientras con la otra mano se acomoda la vincha lila, no digo nada; ella se viste, pareciera ser que su rostro fuese virgen de todo atisbo de hostilidad â??Seguro me está mirandoâ?? piensa Sara.
â?? ¡Viste que sos un baboso!
â??Bah... ¿Pero si vos me tocas la mano, y haces toda esta escena...?
â?? ¡Sos un baboso! yo solo me estoy poniendo la remera que me prestaste.

La miro, no comprendo a esta mujer tan linda que está en mi cama. Claramente a Sara no le interesa ser comprendida; La miro, no la comprendo, su belleza lozana y su locura me vuelven loco, es una contrariedad haberla conocido la noche anterior a mis planes, hay algo en ella muy especial. Sole la debe odiar.
â??Me voy a ir a bañar.
â??Yo también me quiero bañarâ?? dice Sara.

Sin hacer ruido salimos de la habitación, cruzamos el estrecho pasillo hasta llegar al baño, me saco el toallón y lo dejo colgado mientras enciendo la ducha. Cuando vuelvo a mirarla, Sara ya no tiene la remera blanca puesta, ni nada más que la cubriese, solo su vincha de redecilla lila. Agarra mi mano y la lleva a su concha, está hermosa, y eso que recién se levanta, sus enormes ojos verdes me miran con desprecio. La atraigo hacia mí y nos metemos en la ducha. Ella se suelta, la agarro y la beso, su lengua se mueve en mi boca. Todo lo externo desaparece, diluyéndose bajo el agua que cae violentamente.

Dante Bazán


amor babel

Ã?ste es mi primer post... Comenten plis. Si les gusta, díganme la mejor forma de poner la segunda parte. GRACIAS POR PASAR

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