Escrito por Lic Ramón D. Peralta
El director del INDEC salió a desmarcarse de la ausencia de estadísticas creíbles sobre pobreza, luego que el ministro de Economía, Axel Kicillof, dijera que â??no sabía cuántos pobres hayâ??. Después de que el ministro de Economía, Axel Kicillof, provocara polémica al decir que "no sabía cuántos pobres hay", ahora el director del INDEC, Norberto Itzcovich, salió a decir que "resulta difícil definir qué es la pobreza".
Notorio resulta pues, la influencia de filósofos como Ricardo Forster y otros eximios adláteres de la guardia pretoriana del dogma K. Afamados y conspicuos exégetas del absurdo. No es tan sencillo definir el ex-nihilo que existía a priori del tan mentado "Big Bang" (Teoría del origen del universo). No es fácil definir la resiliencia y el sentido paradójico de la procrastinación inmanente a las subpartículas cuánticas, tal el caso de los femiones y bosones. No es simple resolver los últimos tres problemas de Fermat ni advertir cuál es su impacto en la aritmética estructural. Aun nos resulta arduo consensuar ¿Qué es el ser y la nada?, a partir que sabemos que no hay tal noción de tiempo, espacio y vacío aprendidos como loritos mediante la ontología y epistemología tradicional....
Pero definir la pobreza ¿debería ser una proeza intelectual del tipo hercúlea?.
Quizás sea una perogrullada recordarle al gobierno nacional argentino, que nos conformamos con una definición de pobreza que parta de la economía, de las matemáticas, de la estadística. Una mera noción holística y estocástica de cómo viven nuestros niños, nuestras madres, nuestros ancianos, nuestro pueblo.
Tal vez para una faena tan elemental, original y primitiva, debamos enviarles algún estudiante de secundaria o CBC, de tal manera que, nuestro benemérito ministro de economía no se pierda en las insondables dimensiones metafísicas y existencialistas. A lo mejor, algún Taringuero puro o con-verso, sería muy valioso para la ocasión, ergo el célebre "golpe de garrote", que por diáfano, básico y prehistórico, entendible para todos. Para una encrucijada tan hermenéutica, lo mas aconsejable es la "navaja de Ockham" o una mente que pueda racionalizar con solo lógica. Nada de andar filosofando al pedo.
Porque si hemos de filosofar, habría que anoticiar a Kicillof sobre la ansiedad de espíritu que imprime auscultar el sentimiento humano que genera la mera percepción de la pobreza en el prójimo - en aquellas almas bien paridas -, aquellas forjadas en el amor y la moral.
¿Cuáles son los derechos de la desilusión, del desamparo, del olvido, de la desesperanza... del hambre?, ¿Cuáles son las obligaciones del poder, de la supremacía, del Olimpo, de aquellos mortales que juegan a ser Dios?
¿Puede esculpirse un surrealista discurso empeñado en negarlo todo, negarse y en negarnos, en desmentir las mentiras, fundamentar lo inexplicable, revertir el significado de verosimilitud? ¿Existe el perdón en el mas allá, en el mas acá, en el reino medio, que se preste generosamente ciego a redimirnos de semejante alienación e injusticia?
"¿No es el escribir una tarea afirmativa siempre, de un modo u otro, apologética, incluso en la mayoría de los casos? ¿Cómo se compagina la escritura con la demolición radical, que nada respeta ni propone en lugar de lo demolido, que no se reclama de tal o cual tendencia, ni quisiera ver triunfante cosa alguna sobre las borradas ruinas de las anteriores; cómo se compagina el texto con las lágrimas, las palabras con los suspiros, el discurso racional con el punto de vista de la piedra o de la planta? ¿Es concebible un pensamiento que se ve a sí mismo como una empresa imposible o ridícula, inevitablemente falaz en el justo momento de reconocerse su verdad?"
¿Serán para estos infradotados, suficiente argumento los dolores del alma? ¿O necesitamos que mas niños sigan muriendo en pos de refrendar un modelo o un proyecto, un dogma padre putativo de una inclusión que nació póstuma?
A nadie debería sorprender a estas alturas, aquella teoría del conocimiento que ratifica una y otra vez, que el hombre es un animal ávido de creencias, de seguridades, de paliativos, de fetiches, de superstición, - y todo eso -, siempre lo consigue merced al lenguaje de la desprotección, de la imperfección, de una imaginaria necesidad. En ese campo fértil, se cosecha clientelismo político, cuando se debería sembrar trabajo.
Digamos que pobre es aquel que no gana el suficiente dinero para sostener una vida digna para él y su familia. Si fuera así, resta preguntarse ¿qué es una vida digna desde la dialéctica del materialismo?. Pues hagamos un plebiscito y ayudemos a estos "sabios" a ponerle un número, nombre y apellido a la pobreza (..) de alguna manera hay que identificar al "sujeto".
.....es paradójico y extraño que luego de 12 años de gobierno, el kirchnerismo aun no haya entendido qué es una vida digna, cuando es el estandarte proselitista que mas han agitado. En ese inmortal proyecto K, que propone nunca salir de esa esfera unidimensional en donde solo existe lo que se espera del futuro, hay una clara renuncia a involucrarse en temas del presente.
Hay un premio Nobel a la Ciencia esperando por kicillof e Itzcovich, acaban de descubrir que la devaluación, la inflación y los movimientos de la paridad cambiaria "pueden aumentar la pobreza"...¡EUREKA!
¿Son o no son unos "genios" estos "filósofos"?
La multiplicidad de significados de la pobreza para quienes no están dispuestos a entender la simpleza, solo hallarán su piedra roseta en el purgatorio. Aquel místico lugar elucubrado por el Dante para describir la localización donde finalmente van a parar "aquellos que siempre se cagaron en los pobres"
lunes, 6 de abril de 2015
La pobreza: un misterio para el kirchnerismo
Redactado por: Anónimo
Mi nombre es Christian y actualmente estudio Computacon e informatica, tengo este blog, porque me gustan el diseño y sobre webs, espero disfruten del contenido de sitio y pueden informarse todo lo que puedan. .
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