Aunque es una práctica que alude a épocas oscuras, propia de regímenes bárbaros y contraria a los derechos humanos básicos, la esterilización forzada todavía se cierne sobre Estados Unidos en ciertos casos, y personas que fueron víctimas de ello en el pasado aún buscan compensación oficial.
En gran medida, la esterilización legalizada tiene como base jurídica la sentencia en el caso Buck vs. Bell que la Corte Suprema estadounidense emitió en 1927. En ese fallo se avaló la práctica de esterilización por razones eugénicas en el caso de personas con discapacidades mentales o anormalidades por considerar que, con ello, se â??protegíaâ?? a la sociedad de la reproducción de personas con esas condiciones.Elnora Mills, víctima del programa de esterilización forzada por razones eugénicas en Carolina del Norte. (AP)
En la actualidad, tal razonamiento resulta escandaloso, criminal e inaceptable, pero a principios del siglo XX la eugenesia y la noción de que era posible â??mejorarâ?? la raza humana impidiendo la reproducción de las personas â??no aptasâ?? tenía respaldo científico, político, judicial y social. En su momento, en ese fallo se sustentaron leyes que autorizaron la esterilización de discapacitados mentales, como en el caso de Virginia, a las que siguieron otras en varios estados.
Actualmente, afirmaciones como â??mejorar la razaâ?? o que haya personas â??no aptasâ?? o â??indeseables" que por ello deban ser esterilizadas causan revulsión, pero hasta hace algunas décadas la actitud era diferente, si bien eso no las hacía legítimas o justas, más allá de estar â??autorizadasâ?? en los casos previstos por la ley.
Eso no significa que la esterilización forzada, o al menos aceptada bajo presión, haya sido erradicada en el país. En realidad, aunque muy acotada luego de otros fallos judiciales, aún se practica en ciertas circunstancias excepcionales.
El espectro de la legalización judicial aún persiste en el país.
El periódico The Tennessean realizó un reportaje sobre el caso de Jasmine Randers, una joven afectada por adicciones, depresión y paranoia que en ocasiones había tenido crisis abruptas y tuvo que ser recluida por ciertos periodos en una institución de salud mental.
En diciembre de 2012 Randers tuvo una bebé, pero murió a los pocos días de nacida al parecer por negligencia de la madre. Randers fue arrestada en Nashville y desde la fiscalía se le ofreció que para evitar ser condenada a 15 años de prisión ella debía someterse a una esterilización. La petición resultó desorbitada para el abogado defensor de la mujer, y cuando él se comunicó con un fiscal superior este consideró la condición de esterilizarse para poder llegar a un acuerdo como fuera de lugar.Lela Dunston (der)., otra de las víctimas del programa eugenésico de esterilización de Carolina del Norte. (AP â?¦
Al final, Randers fue declarada no culpable por razones de enfermedad mental y fue recluida en un centro psiquiátrico. No fue esterilizada, pero el hecho de que aún se considere esa posibilidad como una opción en el sistema judicial es perturbador. Según un artículo en la revista Salon, la alusión a la esterilización como un requisito para llegar a acuerdos con la fiscalía ha sucedido al menos en cuatro ocasiones en los últimos cinco años en Nashville. Y en California se habrían practicado entre 2006 y 2010 esterilizaciones a 150 prisioneras, en algunos casos sin su consentimiento explícito, indicó Salon. Esa práctica fue prohibida por el gobernador en 2014.
Además, en siete estados se ha practicado la castración química, otra forma de esterilización forzada, en casos de depredarores sexuales culpables de crímenes muy graves, una práctica que aunque es legal ha sido también criticada como inhumana por organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La batalla contra la esterilización forzada y a favor de quienes fueron víctimas de ella continúa. El grupo Justice for Sterilization Victims Project asiste a personas afectadas en el marco de la ley de esterilización de Virginia entre 1924 y 1979 y pide compensación oficial para ellas. En su sitio web, por ejemplo, ese grupo destaca el caso del veterano marine Lewis Reynolds, hoy de 87 años, quien a los 13 años fue esterilizado de modo forzado en Virginia.
Según la cadena BBC News, la legislatura de ese estado aprobó pagar 25,000 dólares a cada víctima en ese estado y Reynolds fue uno de los beneficiados. Antes, en 2013, en Carolina del Norte se aprobó una compensación de 50,000 dólares por persona para casos similares.
Y en California aún continúa la exigencia de compensación para las personas sometidas a esta práctica en las cárceles, que como indicó en un editorial el periódico Los Angeles Times serían unas 20,000 entre 1909 y 1979, durante el desquiciado auge de las teorías eugénicas, y que se mantuvo hasta hace poco. La disculpa emitida en 2003 por ese estado a las víctimas de esterilización forzada del siglo XX es para muchos insuficiente, y el clamor por una compensación para ellos crece con fuerza.
Esa de esperar que esa lucha no resulte estéril.
En gran medida, la esterilización legalizada tiene como base jurídica la sentencia en el caso Buck vs. Bell que la Corte Suprema estadounidense emitió en 1927. En ese fallo se avaló la práctica de esterilización por razones eugénicas en el caso de personas con discapacidades mentales o anormalidades por considerar que, con ello, se â??protegíaâ?? a la sociedad de la reproducción de personas con esas condiciones.Elnora Mills, víctima del programa de esterilización forzada por razones eugénicas en Carolina del Norte. (AP)
En la actualidad, tal razonamiento resulta escandaloso, criminal e inaceptable, pero a principios del siglo XX la eugenesia y la noción de que era posible â??mejorarâ?? la raza humana impidiendo la reproducción de las personas â??no aptasâ?? tenía respaldo científico, político, judicial y social. En su momento, en ese fallo se sustentaron leyes que autorizaron la esterilización de discapacitados mentales, como en el caso de Virginia, a las que siguieron otras en varios estados.
Actualmente, afirmaciones como â??mejorar la razaâ?? o que haya personas â??no aptasâ?? o â??indeseables" que por ello deban ser esterilizadas causan revulsión, pero hasta hace algunas décadas la actitud era diferente, si bien eso no las hacía legítimas o justas, más allá de estar â??autorizadasâ?? en los casos previstos por la ley.
Eso no significa que la esterilización forzada, o al menos aceptada bajo presión, haya sido erradicada en el país. En realidad, aunque muy acotada luego de otros fallos judiciales, aún se practica en ciertas circunstancias excepcionales.
El espectro de la legalización judicial aún persiste en el país.
El periódico The Tennessean realizó un reportaje sobre el caso de Jasmine Randers, una joven afectada por adicciones, depresión y paranoia que en ocasiones había tenido crisis abruptas y tuvo que ser recluida por ciertos periodos en una institución de salud mental.
En diciembre de 2012 Randers tuvo una bebé, pero murió a los pocos días de nacida al parecer por negligencia de la madre. Randers fue arrestada en Nashville y desde la fiscalía se le ofreció que para evitar ser condenada a 15 años de prisión ella debía someterse a una esterilización. La petición resultó desorbitada para el abogado defensor de la mujer, y cuando él se comunicó con un fiscal superior este consideró la condición de esterilizarse para poder llegar a un acuerdo como fuera de lugar.Lela Dunston (der)., otra de las víctimas del programa eugenésico de esterilización de Carolina del Norte. (AP â?¦
Al final, Randers fue declarada no culpable por razones de enfermedad mental y fue recluida en un centro psiquiátrico. No fue esterilizada, pero el hecho de que aún se considere esa posibilidad como una opción en el sistema judicial es perturbador. Según un artículo en la revista Salon, la alusión a la esterilización como un requisito para llegar a acuerdos con la fiscalía ha sucedido al menos en cuatro ocasiones en los últimos cinco años en Nashville. Y en California se habrían practicado entre 2006 y 2010 esterilizaciones a 150 prisioneras, en algunos casos sin su consentimiento explícito, indicó Salon. Esa práctica fue prohibida por el gobernador en 2014.
Además, en siete estados se ha practicado la castración química, otra forma de esterilización forzada, en casos de depredarores sexuales culpables de crímenes muy graves, una práctica que aunque es legal ha sido también criticada como inhumana por organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La batalla contra la esterilización forzada y a favor de quienes fueron víctimas de ella continúa. El grupo Justice for Sterilization Victims Project asiste a personas afectadas en el marco de la ley de esterilización de Virginia entre 1924 y 1979 y pide compensación oficial para ellas. En su sitio web, por ejemplo, ese grupo destaca el caso del veterano marine Lewis Reynolds, hoy de 87 años, quien a los 13 años fue esterilizado de modo forzado en Virginia.
Según la cadena BBC News, la legislatura de ese estado aprobó pagar 25,000 dólares a cada víctima en ese estado y Reynolds fue uno de los beneficiados. Antes, en 2013, en Carolina del Norte se aprobó una compensación de 50,000 dólares por persona para casos similares.
Y en California aún continúa la exigencia de compensación para las personas sometidas a esta práctica en las cárceles, que como indicó en un editorial el periódico Los Angeles Times serían unas 20,000 entre 1909 y 1979, durante el desquiciado auge de las teorías eugénicas, y que se mantuvo hasta hace poco. La disculpa emitida en 2003 por ese estado a las víctimas de esterilización forzada del siglo XX es para muchos insuficiente, y el clamor por una compensación para ellos crece con fuerza.
Esa de esperar que esa lucha no resulte estéril.
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